domingo, 29 de enero de 2012

Gorgonopsid


Gorgonopsid
Reptil volador del periodo Permiano, de hace unos 250 millones de años, aunque hay expertos que afirman que no ha existido y que no es otro que el Albertosaurio. Parece ser que el primer nombre de este reptil muy antiguo fue Gorgosaurio.
Los gorgonópsidos variaban mucho en tamaño, desde el de un gato doméstico (Aelurosaurus), hasta casi cuatro metros y medio de longitud (Inostrancevia, Leogorgon), y hay restos que sugieren dimensiones aún mayores. Tenían una boca muy grande, estaban armados con enormes colmillos de sable, que asomaban por sobre la mandíbula incluso con la boca cerrada; para atacar a su presa, los gorgonópsidos podían abrir las fauces en un angulo de 90 grados. Los colmillos causaban profundas heridas y la víctima moría rápidamente por pérdida de sangre.
Fue el mayor cazador de su tiempo posiblemente gracias a que era muy rápido, pese a lo macizo de su cuerpo .
 Para ser un lagarto era, inusualmente, activo e inteligente.
Aunque son reptiles están emparentados con los mamíferos.
Vivían en Rusia en el periodo Pérmico superior. En ese tiempo los siete continentes eran uno solo, llamado Pangea.
El gorgonópsido se extinguió porque el agua se secó. Desaparecieron a finales del Pérmico y por lo tanto jamás llegaron a coexistir con los dinosaurios, tuvieron un éxito en cierta forma comparable al de los dinosaurios carnívoros, dominando sus ecosistemas como los depredadores ápice y relegando a otros predadores a “papeles secundarios”. Eso sí, ahí donde no había gorgonópsidos, no tardaban en aparecer asombrosos reemplazos.
conectados a espacios en la mandíbula superior muy a propósito para alojar glándulas de veneno. Aunque no es el primer terocéfalo potencialmente venenoso que se conoce (el Euchambersia presenta adaptaciones semejantes), sí es por mucho el más grande y hasta la fecha, el único conocido que ocupó, casi indudablemente, el nicho de depredador ápice en su ecosistema, en el cual brillaban por su ausencia los gorgonópsidos gigantes.  
Adrián Martín Villalba, 6º A




 

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