miércoles, 18 de enero de 2012

La mascota

La mascota

Érase una vez un niño llamado Javi que era pobre y no podía ir al colegio pues tenía que ayudar a su famlia
Un día, cuando Javi etaba trabajando en el bosque, encontró una cueva. Al principio le dio miedo pero la curiosidad podía más y entró en ella.
Cuando estaba dentro, mirando a ver qué había allí, vio una sombra. Le entró mucho miedo pero ya no podía volver atrás. De pronto vio a quien pertenecía la sombra. ¡Era un dragón muy chiquitín!
El dragon parecía bueno y Javi se lo quiso llevar a su casa como mascota.
Cuando su madre lo vio no quería tener un dragón en casa, aunque fuese pequeño, no sabía cómo era y, además, no tenía para alimentarle pero Javi la convenció . Así y todo su madre le advirtió que tuviese cuidado, que no conocía el instinto del dragón.
Al día siguiente Javi jugaba con el dragoncito, jugaban a todo, a la pelota, a disfrazarse, a correr por el bosque, etc.
Pasaron muchos días y Javi comenzó a aburrirse de estar con el dragón. El dragón se enfadó y se convirtió en un monstruo horrible. Javi le tranquilizó y le quiso engañar haciéndole creer que le quería así que el monstruo se volvió a convertir en dragoncito.
Javi se adentró en el bosque con el dragoncito y, con engaño, quiso llevarlo a la cueva donde lo había encontrado para abandonarlo allí.
Cuando el dragoncito se dio cuenta del engaño, de repente se convirtió otra vez en un monstruo más monstruoso que antes.
El dragón cogió prisionero a Javi y lo tomó como mascota. Javi se dio cuenta de que era la mascota del dragón.
El dragón le psuo a Javi una alfombra al lado de su cama y, después de cenar él y dar un poquillo de cena a Javi, se acostó para dormir.
Cuando el dragón estaba dormido Javi oyó un ruido. Tenía mucho miedo. De pronto vio unas sombras que se acercaban a él, tenía miedo pero ¿qué iba a hacer? ¿Había algo peor que ser la mascota del monstruo?
Javi se tapó la cabeza para no ver nada y, de pronto, oyó que le hablaban al oído. ¡Eran sus padres! Le habían estado buscando por todos los lados hasta que se imaginaron que se podría encontrar en la cueva. Todos salieron en silencio de la cueva y taparon la salida con una gran roca, a menos que no le fuese fácil salir al dragón y así les daría tiempo de llegar a su casa.
Cuando llegaron a su casa su madre le dijo:
  • Ya te lo dije. Cuando se tiene una mascota es para cuidarla y no cansarse de ella, si no es así no hay que tener mascotas.
Javi aprendió la lección y nunca mas tuvo mascotas y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Enrique Sanjuán, 6º A

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